31 diciembre, 2008

Miguel Angel García, mañana en Orzonaga a las 5,30


Por su interés, y para animar a la gente a asistir, reproduzco estos artículos de Fulgencio Fernández en La Crónica de León. En ellos se hace referencia a dos personajes ilustres de Robles de la Valcueva, A El Tío Faldas coplista legendario, y al infatigable músico y folklorista Miguel Ángel García.


Vuelven las coplas populares de ‘El Tío Faldas’ de Robles

La vida diaria de los pueblos le debe mucho a algunos personajes realmente singulares que han sabido dejar constancia de muchos de los hechos ocurridos.Juglares populares, copleros con una gracia innata y facilidad para escribir lo cotidiano.
Escribir incluso sin saber leer, como es el caso de Manuel Laiz, de Robles de la Valcueva, minero de profesión, recordado como ‘El Tío Faldas’ y creador de numerosas coplillas que dan fe de acontecimientos ocurridos en la comarca del Torío.
Echaba la jornada laboral cargando la linea de baldes que unía la mina Collín y el lavadero de la Hispana y cuando acababa cualquier hecho que conociera lo convertía en copla, ayudado de una memoria prodigiosa. Se cuenta de él en Matallana, lo recuerda con frecuencia José Ángel ‘El Profe’ (otra memoria andante de la comarca), que Manuel escuchaba cómo alguien leía el periódico y él lo cogía a continuación y lo repetía como si lo estuviera leyendo, pese a no saber leer.
A él se deben coplas como la de ‘El elefante de Orzonaga’, que mañana recordarán en el propio pueblo cantada por Miguel Ángel García, en un concierto en el que estará acompañado de Eduardo Luis Nicolás, de León y Miguel Ángel Badeso, de Villadangos del Páramo.
Pero no fue la única copla de Laiz, ni mucho menos, todos aquellos hechos relevantes que se producían en la comarca acababan siendo objeto de alguna de sus creaciones, que recordaba como si las estuviera leyendo.

Así cantó las disputas entre el Barrio de la Estación y Matallana en 1930, por diferenciarse uno de otro, para lo que los primeros celebraron una misa en Orzonaga:

¡Ave María Purísima!
dicen los de La Estación.
¡Hay que comprar un San Roque!
Pa celebrar la función.
Todos a misa, todos allí,
a echar responsos a San Roquín.
Primero sale Fernando,
que hace señas a Barrón.
Luego salió Teodoro,
cuando Muñiz se acercó.
Moro y el carnicero,
y el otro Nicanor.
Uno faltaba a la lista
y era el vecino Trampón


El elefante de Orzonaga es la copla más famosa de El tío Faldas. Mañana día 1 de enero de 2009 la interpretará Miguel Ángel García a la zanfoña en el lugar más apropiado, la iglesia de Orzonaga a partir de las cinco y media de la tarde.

Un guaje baja corriendo
Para dar aviso al pueblo
Que se hallaba un elefante
En la fuente del Pocedo.
Pobre elefante que mal lo
pasas
Que te amarraron los de
Orzonaga
(estribillo)
Prepara las municiones
El vecino Baldomero
Y en seguida pasa aviso
A Lanero y a Cachero
(Estribillo)
Bajaba el Falso corriendo
Que no se le veía el pelo
Que le preste una cadena
Al vecino Macareno
(Estribillo)
Unos iban con cadenas
Otros con forcas de hierro
Y el que llevaba el azúcar
Era el hijo del Pedrero
(Estribillo)
Eloy le dice a Avelino
No te metas por ahí
No te vaya a suceder
Lo que con el jabalí
(Estribillo)
Manolín dice: ¡señores!
Nada me extraña la cosa
Que ya en tiempos pasados
Hubo por aquí una mora
(Estribillo)
Cuando llegan al fayedo
Baldomero dice así:
Poco a poco compañeros
Que ya lo siento gruñir
(Estribillo)
Vitoriano el de Llombera
También estaba en la danza
Quiere llevarlo a Llombera
Perteneciendo a Orzonaga
(Estribillo)
Sidoro sube al Mayado
Sidoro baja al Hayedo
No lo pilló por el rabo
Porque le tenía miedo
(Estribillo)
Que pena pasan
Los de Llombera
Que no lo amarran
P’a unas melenas
(Estribillo)
Todas las mujeres van
A preguntar a Pimenio
Y la tía Cachera dice
Si era blanco o era negro
(Estribillo)
No era blanco ni era negro
Color de piel de ratón
Que al hombre más valiente
Le temblaba el corazón
(Estribillo)
Habrá que mandar aviso
A toda casa de fieras
Que si falta un elefante
Está cerca de Llombera
(Estribillo)
Crispín le dice a Marquines
Que color tiene la cosa
Y Marquines le contesta
Tiene tres metros de trompa
(Estribillo)
Pobre elefante
Que tripas tienes
Que te amarraron
Pimenio y Nene
(Estribillo)

21 diciembre, 2008

Salones de baile, Sala de fiestas y Discoteca

Quizá los jóvenes de hoy se pregunten dónde ligaron sus padres, abuelos o bisabuelos. Aparte de las fiestas patronales con orquesta que se celebraban en los prados y en las plazas de los pueblos en los meses que iban de Junio a Septiembre (baile por la noche o Verbena y a veces también baile antes de la comida del mediodía o baile Vermut), durante el pasado siglo XX existieron locales de baile que funcionaban de fin de semana durante todo el año. Claro que nuestro abuelos y bisabuelos no hablaban de ligar, decían que fulanito se hablaba con menganita, o que fulanito y menganita se hablaban.

De esos locales de baile desaparecidos, de los que aún se conserva el edificio pero ya privado de su uso primitivo, la mayoría de ellos transformados en viviendas, es de lo que vamos a hablar en esta entrada.


El primero de estos locales conocido como Salón de baile del que tengo constancia, y que funcionó mucho tiempo, era el Salón de baile del tío Domingo. Era un salón en que la música era de organillo, y estaba situado en Las Viñas, pegando al cruce de la carretera León-Coyanzo con el final del camino de La Llana, pero al otro lado de la presa (el arroyo de Robles).



El segundo Salón de baile, también de la primer mitad del siglo XX era el Salón de baile de la tía Bonifacia y del tío Anselmo, y se situaba en la Calle del Sol, ya pasado el Campellín hacia la Valcueva.



El tercer local, era el Salón de baile de Agustín, y estaba situado en la carretera León-Coyanzo, muy próximo al cruce.



Luego, ya en la segunda mitad del siglo XX, el baile se empezó a realizar en un local municipal anexo al edificio de la Casa Consistorial, en el Barrio de La Estación. Era un local que el ayuntamiento alquilaba, que al principio tenía un Cine anexo, y que empezó a conocerse, modernizada la terminología como Sala de fiestas, para posteriormente pasar a llamarse Discoteca, un neologismo que había empezado a ser utilizado en Francia a mediados de los años 70 y por el que se designaba a los locales con poca luz ambiental y con una pista de baile en que con grandes altavoces un pinchadiscos ponía música a gran volumen acompañada de juegos de luces de colores.


A la Discoteca de la Estación acudían jóvenes de la Ribera del Torío desde la cabecera del valle hasta Pedrún, y cobraba entrada con derecho a consumición a los chicos, siendo libre la entrada para las mujeres. La discoteca empezó con el nombre de Everybody, regentada por Atanasio, para más tarde cambiar el nombre por el de Sarapoga, nombre con reminiscencias al de una mítica discoteca madrileña de la Gran Vía, la discoteca Pasapoga. La Discoteca de la Estación cerró sus puertas definitivamente a finales de los años ochenta, y con ella terminó un siglo de locales de baile en el pueblo.

06 junio, 2008

El Ramo

La Ceremonia de El Ramo es una tradición que aunque no es exclusiva de la Provincia de León es en algunas comarcas de esta provincia donde presenta mayor arraigo y donde mejor se conserva, por lo que algunos hablan de Ramo leonés.

El Ramo es un regalo que hacen los fieles a la Virgen o al Santo local en el día de su fiesta, y se lo ofrecen a la vez que cantan una canción especialmente compuesta para ese momento, llamada Canción del Ramo. El Ramo se hace decorando de forma artística un armazón o bastidor de madera, por lo general de forma triangular o romboidal, con flores, cintas, velas, telas bordadas y otros ornamentos. El bastidor está sujeto sobre un mango o peana que sirve a la vez tanto para transportarlo como para apoyarlo. Se dice que no hay dos ramos iguales, aunque también es cierto que la mayoría presentan unos patrones similares. Ejemplos de Ramos los podéis ver aquí

Existen numerosas variantes de Ceremonia del Ramo, pero las más conocidas son el Ramo de Nochebuena o de Navidad que se ofrece en la Misa de gallo, el Ramo de la Virgen o del Santo local que se ofrece en la fiesta de dicha Virgen o Santo, el Ramo de Semana Santa, que se ofrecía durante el Oficio de tinieblas del Miércoles Santo, y el Ramo de la novia.

El Ramo de Nochebuena es quizás el más conocido, y ha sido estudiado especialmente por Francisco Javier Fuente Fernández que ha publicado excelentes artículos sobre el Ramo de Nochebuena de Siero de la Reina en la Revista de Folklore (que podéis leer mejor en el blog de El Reino Olvidado), y sobre El Ramo de Navidad en la Montaña de Riaño recogido en la revista Tierras de León.

El Ramo de la Virgen o Santo local, lo tenemos en Robles de la Valcueva como el Ramo de Boínas, que tradicionalmente se ofrecía a la Virgen en la Fiesta de la Flor, pero que en los últimos años se ofrece también durante la Fiesta de Boínas en la romería del 15 de agosto. Podéis ver un ejemplo de la Ceremonia del Ramo el Día de la Flor recogido por Anabel Martínez en La página de Robles, y otro ejemplo de Ceremonia del Ramo en la Fiesta de Boínas en una entrada anterior de este blog.


La canción con que se ofrece al Ramo, llamada Canción del Ramo, y de forma metonímica también llamada Ramo (a la Virgen se le canta el Ramo), es una composición hecha de forma exprofesa para la ofrenda, y es distinta en cada pueblo. Al ser El Ramo una ceremonia que se ha ido perdiendo en algunos lugares, folcloristas interesados en la conservación de la cultura tradicional han hecho el esfuerzo de recopilar algunas de estas canciones y publicarlas en discos y cancioneros.


La Canción del Ramo de Boínas es como sigue:

En este campo de flores, hay una ermita fundada
es la Virgen de Boínas, la que en ella está encerrada.

y no está la Virgen sola, que su hijo la acompaña
y otras almas muy devotas, que vienen a visitarla.

En este campo de flores, hay una ermita de piedra
con licencia del señor, queremos entrar en ella.

Licencia ya la tenemos, que nos la dio el señor Cura
para venir a ofrecer, el Ramo a la Virgen Pura.

Os saludan las doncellas, os saludan los cristianos
también os saluda ¡Oh Virgen! el mozo que lleva el ramo

El mozo que lleva el Ramo, échale la bendición
que lo presente en la misa, y lo saque a procesión.

Desviense los señores, desviense para un lado
dejen pasar las doncellas, que van a ofrecer el ramo.

Pasemos más adelante, a ver la Virgen María
que esta dentro del cancel, toda llena de alegría.

Toda llena de alegría, toda llena de esperanza
hoy el día de la Flor, venimos a visitarla.

Adiós Virgen de Boínas, corona y manto de flores
échanos la bendición, a todos los pecadores.


También hay una variante de la canción en que se sustituye flores por Robles (En este campo de Robles...)


Ejemplos de Ceremonias del Ramo a la Virgen similares a la que celebramos en Robles los encontramos en Matallana de Valmadrigal, o en el Santuario de Castrotierra donde el 25 de marzo se lleva a la ermita en procesión un vistoso ramo y se ofrece a la Virgen cantandole "el Ramo".

A quien le haya sabido a poco puede encontrar más ejemplos de Ramos en el blog de Raigañu, asociación cultural de tinte leonesista que se dedica fundamentalmente a la recuperación de las tradiciones leonesas, y que ha dedicado en los últimos años bastante esfuerzo a la recuperación y difusión de la tradición de El Ramo, editando incluso un libro sobre el Ramo de Nochebuena. En el blog de la asociación se recogen numerosas exposiciones de Ramos, como las de Jiménez de Jamuz, Laguna de Negrillos, Puente Castro o Espacio León.

04 mayo, 2008

El Barrio de San Lorenzo y Peña Utrera

Para orientar a los lectores de esta entrada he incorporado un mapa aéreo de la zona con los distintos sitios que iremos comentando rotulados. Para ver la imagen con detalle, al igual que con otras imágenes de éste blog, sólo hay que pinchar en ellas con el ratón.



El Barrio de San Lorenzo, también conocido como Barrio de los Lavaderos, o simplemente como El Barrio, es el barrio más septentrional de Robles de la Valcueva, lindando ya con el territorio del pueblo de Matallana de Torío.

El núcleo de este barrio está formado por un grupo casas con tejado de pizarra construido por la Hullera Vasco-Leonesa en 1954 para alojar a empleados de la empresa en régimen de alquiler. En la actualidad se está negociando la venta de las viviendas por parte de la empresa a sus inquilinos.

La Hullera Vasco-Leonesa construyó por la misma época otros grupos de viviendas similares en Ciñera, Santa Lucía de Gordón y La Robla (El Barrio de La Paz).

Como detalle peculiar comentar que los vecinos del Barrio de San Lorenzo, aunque son vecinos de Robles, por una decisión que se tomó en su tiempo, no son feligreses de ninguna de las dos parroquias de Robles de la Valcueva, sino que lo son de la Parroquia del pueblo de Matallana de Torío (Parroquia de San Roque).

Una pequeña reseña histórica de El Barrio ilustrada con imágenes de época podemos encontrar el la página de Cándido García Barrón.




En frente de El Barrio de San Lorenzo, al otro lado de la carretera, a los pies de Peña Utrera encontramos un parque infantil y el Monumento a la Minería, que fue la actividad que impulsó el desarrollo del barrio, y sin la cual no se entendería.






Pero es Peña Utrera, el peñasco que domina el barrio, y que en otros momentos históricos fue una seña de identidad de Robles de la Valcueva, el accidente geográfico que da carácter al barrio. Enfrente de Peña Utrera, al otro lado del Río Torío se encuentra La Peña del Molino, hito geográfico que marca la separación de los territorios de Naredo y Orzonaga.



Pocos metros al sur de peña Utrera, en la antigua vía ferroviaria conocida como Vía de La Hispana, hoy convertida en ruta turística y señalizada por la Asociación Cuatro-Valles con el nombre de Vía Bardaya, encontramos una fuente conocida popularmente como La Fuente de Tascón y cuyo nombre oficial es el de Manantial de Peña Utrera. Esta fuente, cuya agua es muy apreciada por los vecinos de la zona, está declarada como "Mineral-Natural" por el Servicio Territorial de Industria, Comercio y Turismo de León, en anuncio publicado en el BOE de 11 de abril de 2005.
Próximos a esta fuente se encontraban los Lavaderos de Tascón, en referencia al igual que la fuente, al empresario minero que los explotaba, Ricardo Tascón Brugos. Estos lavaderos, con su estructura de madera ennegrecida por el carbón, fueron destruidos por un incendio a finales de los ochenta del siglo pasado coincidiendo con las fiestas del barrio en honor a San Lorenzo.



Tan solo unos metros al norte de Peña Utrera encontramos el conocido como Yacimiento de corales de Matallana de Torío, que en realidad está en Robles de la Valcueva como podemos comprobar con facilidad. La denominación del yacimiento posiblemente se ha efectuado haciendo referencia al municipio, pero no por ello deja de crear confusión. Este yacimiento al no estar dotado de medidas de protección ha sido ampliamente espoliado en los últimos años.



La Asociación Cuatro Valles ha señalado el yacimiento con el cartel situado debajo de este texto. Para leerlo sólo tenéis que pinchar en la imagen para aumentarla de tamaño.

20 febrero, 2008

Robles en el Catastro de Ensenada, IIª parte

Como ya vimos en la entrada sobre el Catastro de Ensenada, las Respuestas Generales se realizan entre 1750 y 1754. Los documentos originales, en un primer momento se fueron depositando en la Contaduría Principal de la Capital de Provincia, que con el tiempo pasaría a ser la Delegación provincial de Hacienda. En la actualidad dichos documentos se conservan en los Archivos Históricos Provinciales. Las respuestas originales sobre Robles de la Valcueva se pueden consultar en forma de microfilm en el Archivo Histórico provincial de León situado en la antigua cárcel de Puerta Castillo.

Además de las Respuestas Generales originales, se puede consultar una copia manuscrita de las mismas conservada en el Archivo General de Simancas. Esta copia ha sido digitalizada por el Ministerio de Cultura y puesta a disposición pública a través del Portal de Archivos Españoles, PARES. Se trata de una copia compulsada del documento original hecha por la Contaduría Principal de la Capital de Provincia, y lleva la firma del Contador Mayor y el escribano correspondiente ("Es conforme al original que queda en la Contaduría de mi Cargo"). Son pues dos documentos manuscritos distintos, pero con el mismo contenido, lo cual puede ser de gran utilidad en casos de que alguno de los dos documentos contenga algún párrafo o palabra ilegible o confusa.

Para mayor comodidad de los lectores de este Blog, y por si alguien siente la curiosidad de consultar la copia guardada en el Archivo de Simancas de las Respuestas Generales del Catastro de Ensenada referidas a Robles de la Valcueva, he subido el documento completo a esta página. Para consultarla, sólo tenéis que pulsar en la imagen inferior y se abrirá el enlace.

Catastro de Ensenada. Robles de la Valcueva.


A la "Declaración de la Renta" colectiva que supusieron las cuarenta Respuestas Generales sobre Robles de la Valcueva, se les añadió por la Contaduría Principal, que viene a ser como la Delegación de Hacienda actual, a modo de "Declaración complementaria" la siguiente nota:

Don Bernardo Diez Paniagua, Contador prinzipal por su majestad de la intendencia de la Provinzia de Palenzia y comisionado por la real Junta de unica contribucion entre otras cosas para el arreglo de las Respuestas generales a el interrogatorio practicadas en los pueblos de la conprension de esta; deseando executarlo con la mas posible brebedad y menos dispendio de la real Hazienda, habiendo reconocido la operazion del lugar de Robles y la Valcueba y allado algunas de sus respuestas generales diminutas y sin la correspondiente claridad y constar de los asientos, autos y demas delixenzias, las equibalentes notizias para aclararlas y darlas la intelijenzia necesarias a fin de que se benga en conocimiento de los berdaderos productos, esquilmos, utilidades y substancia de dichos pueblos, y que conforme a ellos se tiren y formen los estados particulares de el se pasa a azer las notas y declaraziones siguientes:

Que aunque en repuesta a la pregunta quinta dan los conbocados a la tierra huerta de ortaliza las calidades de buena e ynfima se nota por lo que resulta en respuesta a la pregunta doze, ser falta de reflecxion de otros conbocados, respecto ygualan su produzion por lo que se devera de tener por de buena y unica calidad en su espezie.

Que por haber omitido otros convocados en respuesta a la pregunta diezyseis declarar los diezmos que se adeudan y causan en el termino de dicho lugar por lo que resulta de la zertificazion dada por el parroco, que obra en autos al folio veinte y ocho, consta ascender a dos cargas de trigo, una de zebada, cinco de zenteno, doce fexes de lino, quatro corderos, dos cabritos, dos zerdos, ocho libras de lana, seis libras de manteca, quatro pollos, dos zelemines de legumbre, y quatro reales de forales de criados,lo que se nota para intelijenzia de dicha respuesta diezyseis.

Que por haber omitido asimismo dichos conbocados en la respuesta a la pregunta veinte y dos aclarar a lo que ascienden los foros que pagan algunos de los vezinos de dicho lugar por establecimiento de las casas, por lo que resulta de el asiento echo en el libro maestro al excelentisimo señor Marqués de San Vizente y Fontiyuelo; y resumen echo de el consta ascender a doze reales, que los perzibe en esta forma: de Manuel Diez por la casa en que havita y un prado inmediato a ella dos reales de vellón; de Joseph Rebollo por el establecimiento del molino llamado bajero dos reales, de Manuel de Robles, por otro molino intitulado la Llana, otros dos reales, de Cathalina Albarez por la casa en que avita y un prado que linda con ella quatro reales, de Cathalina Fernandez por la casa y una tierra dos reales de vellón. Lo que se nota para aclarar dicha respuesta.
Leon y abril diez de mil setecientos y zincuenta y quatro. Don Bernardo Diez Paniagua.

Firmado? Francisco de Alvarez.



Notas:

a- Lo que más llama la atención de esta nota es que aparecen además de los cinco molinos recogidos en la respuesta 17, otros dos molinos a mayores: un segundo molino en La Llana sobre el arroyo de Robles y que es propiedad de Manuel de Robles y otro molino llamado molino bajero propiedad de Joseph Rebollo y que como veremos se situaba en el Río Torío. Molín bajero es un pago de Robles de la Valcueva que se encuentra en lo que hoy conocemos como Barrio de la Estación, en el terreno próximo al Río Torío que se se sitúa detrás de la Casa Consistorial. El adjetivo bajero no tiene sentido si no es en contraposición de otro molino, en este caso el llamado molino cimero que se situaba río arriba, asimismo en el Barrio de la Estación, en el pago conocido actualmente como Molín cimero. A este molino cimero no se hace ninguna mención en el Catastro de Ensenada por lo que quizás ya hubiera desaparecido por aquella época. No queda ningún vestigio material de ninguno de estos molinos, lo que no es de extrañar dado el deterioro rápido de los molinos si no se reparan de continuo. Cualquiera de más de 30 años recordará la desaparición reciente hasta no quedar ni rastro del Molino de Periquín que se encontraba en Pardavé, poco antes de entrar al pueblo bajando desde Robles.

b- Curioseando en el portal PARES en busca de documentación sobre Robles, encontré una referencia sobre el escribano que redacto las 40 respuestas sobre Robles del catastro de Ensenada. Se trata de un pleito en la Real Audiencia y Chancillería de Valladolid iniciado por Don Marcos González Llamazares, vecino del lugar de Robles de la Valcueva (bueno, en realidad entonces todavía se llamaba Robles de Cervera), contra Ignacio Manuel García y su hijo Antonio, sus convecinos, acusados de haberle maltratado cuando el 30-12-1780, hacia las 5 y media de la tarde, intentó apaciguar a Ignacio Manuel, que discutía con Francisco Alonso y Manuela Gutiérrez, su mujer.
Y es que hay cosas que por más que pasen los años en los pueblos nunca cambian.

11 enero, 2008

Acerca del nombre de Boínas


La investigación sobre el origen o la etimología de un topónimo es a veces un ejercicio difícil.
A poco que lea uno sobre el tema enseguida se dará cuenta de que abundan las etimologías populares, aproximativas, espurias y cuando no directamente macarrónicas. A propósito de este último tipo de etimologías, recordemos aquella que atribuye el nombre de Aviados y Campohermoso a una frase que supuestamente pronunciaron los moros cuando se retiraban de la zona: Aviados vamos por estos campos hermosos, o incluso la versión más macarrónica si cabe de Aviados vamos por estos campos hermosos en que cantan las avecillas que incluye también una explicación para el topónimo de La Vecilla. O aquella otra que atribuía el nombre de Montuerto a que allí habitaba un hombre de nombre Ramón al que la gente llamaba por el diminutivo Mon y que era tuerto. Y la no menos extravagante que atribuía en topónimo de Sopeña a que cayéndose una peña alguien la pretendió parar al grito de so, peña.

Por el lado contrario también abundan en las etimologías las intoxicaciones eruditas en que alguien con un nivel cultural elevado atribuye con poca o ninguna base supuestos orígenes de una palabra en lenguas clásicas o prerromanas.


Sobre el topónimo Boínas hasta el momento y hasta donde conocemos se han propuesto dos explicaciones:

1- La de don Maximiliano González Flórez, a la que ya hemos hecho referencia en una entrada anterior del Blog y que en su libro La ribera del Torío (pag 229-230) la hace derivar de Bovinas por unas supuestas ferias bovinas que se celebrarían en los alrededores del santuario.

2- La del anterior cura don Gabino Alvarez Mata, recogida por Anabel Martínez en una breve noticia sobre las fiestas de Boínas publicada con fecha de 15 de agosto de 1989 en el periódico leonés La Crónica, en que mantiene la hipótesis de que Boínas, o mejor dicho Buinas, puede provenir de Bullerina, y lo fundamenta en que supuestamente allá por el siglo XVII los bullerus asturianus bajaban a Castilla y a su vuelta hacían parada en Robles de la Valcueva para pasar el día coincidiendo con la fiesta de Nuestra Señora de la Asunción, es decir el 15 de Agosto.

Actualmente sabemos con certeza que las dos hipótesis anteriores son falsas y que la palabra Boínas (y su variante Buinas) provienen de Godinas, pueblo medieval que se situaba en el pago hoy en día conocido como Boínas y del que era iglesia la actual ermita.

De lo que ya no tenemos certeza es de donde proviene Godinas. Pudiera ser simplemente el plural de Godina, nombre de mujer usado en la Edad Media, y cuya forma masculina es Godín. Podemos ver, por ejemplo, el nombre de Godina en referencias toponímicas como la del pueblo aragonés de La Almunia de Doña Godina, o el pueblo asturiano Godina, pueblo perteneciente al Concejo de Pravia que recibe también la denominación tradicional de Gudina en asturiano, nombre que se asemeja mucho a nuestro Buinas. Otra conocida Godina es la protagonista de la leyenda inglesa de Lady Godina o Lady Godiva, famosa doncella que paseo desnuda montada a caballo por el pueblo de Coventry para conseguir que su marido diera un mejor trato a sus súbditos.
A su vez Godina o Godiva se considera un nombre de origen germánico (God-gifu) que significaría regalo de Dios.

Lo que también sabemos con certeza es que Boínas se escribe con tilde o acento ortográfico en la i, y que no es lo mismo que boinas sin tilde, nombre plural de una entrañable prenda de vestir que se usa para cubrir la cabeza y que han usado tradicionalmente nuestros labradores y mineros en sus respectivos trabajos hasta que cayó en desuso en la agricultura y fué sustituída por los cascos de seguridad en la mina.

Para terminar aprovechamos esta página para rogar a la autoridad competente que haga las gestiones oportunas para que el nombre de Boínas figure escrito de forma correcta en los carteles que señalizan la ermita, ya que en la actualidad no es así, como podéis comprobar.

Ricardo Tascón Álvarez

Ricardo Tascón Álvarez (Don Ricardo), nació el 30 de enero de 1914 en el pueblo de Matallana de Torío y falleció en León el 11 de enero de 2005, pocos días antes de cumplir los 91 años. Aprovechamos el tercer aniversario de su fallecimiento para rendirle este pequeño homenaje.

Hijo de Ricardo Tascón Brugos, un conocido empresario minero local, Don Ricardo estudió medicina y se especializó en pediatría. Ejerció durante mucho tiempo como forense en el Juzgado de Instrucción número uno de la ciudad de León. Se dedicó también al ejercicio de la medicina privada, pasando primero consulta en casa de sus padres en el pueblo de Matallana de Torío, y más tarde en la casa que se construyó en Robles de la Valcueva, en el Barrio de la Estación.

Tras la muerte de su padre en 1964, y la precoz desaparición de su hermano Miguel, se hizo cargo de la dirección de las empresas mineras familiares en un tiempo de crisis del carbón por el auge del petróleo viéndose obligado a llevar a cabo la desagradable tarea del cierre de unas minas que habían dejado de ser rentables y que acabaron en gran parte en manos de la Hullera Vasco-Leonesa.

Pero quitando este breve periodo de ejercicio empresarial que concluye en 1972, a Don Ricardo se le recuerda como médico dedicado a su profesión, pasando consulta, en numerosas ocasiones de forma desinteresada y gratuita, a veces ayudado por su suegro Don Felipe, también médico, en su casa del Barrio de la Estación, desde donde asistió, alivió y dio consuelo a infinidad de habitantes de la comarca.


Por su buen hacer concitó de forma unánime el afecto y el aprecio de todos quienes le conocieron, y de forma especial de sus vecinos del Barrio de la Estación, y de sus paisanos del pueblo de Matallana de Torío, que apremiados por el accidente cerebrovascular que sufrió a primeros de 1989, y queriéndole reconocer sus numerosísimos méritos en vida, le realizaron un homenaje el 20 de agosto de 1989, coincidiendo con el final de las fiestas patronales del pueblo. Al multitudinario y cálido homenaje asistieron numerosos amigos, vecinos de todos los pueblos de la comarca y las autoridades locales. Tras una misa de campaña, le dedicaron una fuente y una plaza por medio de sendas placas. El homenaje concluyó con un vino español.

Don Ricardo nos dejó un día como hoy de hace tres años. Su funeral se llevo a cabo en la iglesia de San Juan Bautista, contigua a su casa del Barrio de la Estación y para su descanso definitivo eligió su querido pueblo natal, Matallana de Torío, en cuyo cementerio reposa en un humilde nicho, con la misma sencillez que caracterizó su vida.


Reproducimos a continuación la breve reseña biográfica que le dedicó don Maximiliano González Flórez en el año de 1982 en su libro La ribera del Torío (pag 304-305)

Vamos a trazar la silueta de un hombre sencillo, pero muy interesante. Si quisiéramos retratarle con breves palabras, diríamos que se trata de una personalidad que se distingue por su simpatía, por su constancia en el trabajo profesional y por su comprensión humana.

Nació el día 30 de enero de 1914, en Matallana de Torío. Hizo su carrera en la Universidad de Valladolid, licenciándose en Medicina y cirugía en el año 1940.

Fue médico titular del Ayuntamiento de Vegacervera durante diez años, hasta que en 1950 fue nombrado médico forense en la ciudad de León, cargo que sigue desempeñando con prestigio en la actualidad.

Don Ricardo se especializó en Medicina General y en Pediatría, instalando su clínica particular en Matallana y en la ciudad de León para atender a la numerosa clientela que acude a él todos los días.

Los médicos de fama suelen tener varios dones naturales de atracción. Por un lado, necesitan estar dotados de grandes cualidades humanas de comprensión afectiva para que los enfermos se les confíen plenamente. No les puede faltar la ciencia y la sabiduría médica para estar al día en las terapéuticas clásicas y modernas. También debe de haber en ellos algo innato que no se adquiere en los libros. Tal es el "ojo clínico" que, psicológicamente, no es más que una intuición especial para captar todo lo que le pasa al enfermo.
Pues bien, todas estas cualidades las tiene don Ricardo en grado relevante. Por eso se llena su clínica, ya la instale en su hermoso chalet de Matallana, ya se la lleve a una de las mejores calles de León. Los enfermos vienen de todas partes para ver y para que les vea detenidamente don Ricardo. De su consulta salen reconfortados por el trato afectuoso y por los sabios consejos médicos que les da el doctor.

Toda esta fama de médico científico se fue forjando al lado de sus enfermos, a quienes ha sabido tratar con afecto y con estudio de la situación humana de cada uno.
Don Ricardo fue un hombre que ha vivido al lado de sus paisanos, sin olvidarse de los problemas de su pueblo. Supo echar una mano cuando comprendía que su colaboración era necesaria. Y ha sido humanitario y caritativo en muchos casos individuales, que no es necesario detallar, porque sólo Dios sabe hasta dónde llegaba la generosidad de este buen médico.

Don Ricardo tiene una familia muy distinguida. Sus hijos ocupan cargos importantes en varias profesiones. Tales son: Ricardo Tascón Pérez, médico en la Residencia Sanitaria de León, María del Camino, profesora de Ciencias en el Instituto de Enseñanza Media de Colmenar viejo, de Madrid. Fernando, arquitecto, en el Ministerio de la Vivienda, en Urbanismo y Obras públicas. Y Juan Carlos, médico cardiólogo, en la Clínica 1º de Octubre, de Madrid.

Su padre, don Ricardo Tascón Brugos se dedicó a la industria carbonífera desde 1914, al estallar la primera guerra europea, hasta su muerte, en 1964. Poco después llegó la crisis del carbón, motivada, entre otras causas, por la implantación casi universal del combustible líquido, que dejó poco a poco anulado el carbón mineral.
Como consecuencia, en 1967 se cerraron casi todas las minas en los contornos de Matallana, quedando solamente en actividad las de Santa Lucía y Ciñera por su abundante y facil explotación.
Tascón, padre, había dirigido la explotación minera en Orzonaga, Valdepiélago, Matallana, Correcillas, y Aviados, llegando a contar 15 minas.

Esta es la vida resumidísima de una familia que ha sabido estudiar y trabajar con afán de superación bajo el lema de honradez y ejemplaridad.



Completamos la anterior biografía con un texto escrito por su amigo y compañero José Suárez-Lledó Alemany, que fue publicado en el Diario de León, y que incide especialmente en su faceta humana:


Conocí a Ricardo al poco de mi llegada a León, él fue la mano amiga tendida en medio de la adversidad. Ya cargado de conocimientos y de experiencia, desempeñaba la forensía del juzgado número uno, cuando vine destinado al número dos. Lejos de adoptar la actitud del perdonavidas prepotente, cosa que otros muchísimos hubieren hecho en similar circunstancia, se portó conmigo con gran afabilidad y muy dispuesto a aprender «los últimos adelantos», de los que me suponía conocedor. Esta actitud, propia exclusivamente de los grandes sabios que en el mundo han sido, demuestra hasta qué punto era un hombre humilde, hasta qué punto era un hombre sabio.

Ricardo Tascón, mi amigo y maestro, murió el día 11 de de enero. En su esquela, bajo su nombre, sólo una palabra: Médico. Es una forma muy escueta, sobria elegante y humilde de expresar lo que era. Exacto reflejo de su personalidad. Médico es lo que era de la manera más propia que puede ser: para curar enfermos por todos los medios. Ejercía la medicina nacida del «¿qué hacer?» ante el enfermo, del deseo de remediar, la esencia misma de la que nace la ciencia médica según Ortega. Es cierto: Ricardo Tascón era, además, un gran científico, capaz de curar con sus conocimientos médicos o de descubrir la oculta pista que conduce al asesino.

Yo lo conocía bien y de él aprendí muchísimo y no sólo Medicina Legal. Tenía un gran ojo clínico: eso que los que no lo tienen dicen que no existe; y tenía también el deseo de curar por encima de todo. No, no era un médico de protocolos ni consensos, era un sabio (esto lo sabemos quienes le conocimos), que aplicaba cuanto sabía para curar. Eso es ser médico. Trabajaba lo indecible y la fe de sus pacientes en su quehacer no desmerecía en absoluto a sus imponentes méritos; de modo que curaba a muchísima gente. ¡Naturalmente que curaba! Él era realmente lo que todo estudiante vocacional de Medicina desea ser y, lo que, cuando yo llegue a viejo, desearía haber sido.

Pero, sobre todo, y como es lógico, en alguien cuyo deseo fundamental es curar, era una gran persona. Era bueno en el mejor sentido, no sólo en el buen sentido de la palabra, como decía Antonio Machado, no: en el mejor. Él me envió los primeros enfermos que vi en mi consulta particular. Esos trajeron otros y esos otros y otros.

A él se lo debo y se lo agradezco, no sólo por la confianza que depositó en mí como endocrinólogo, sino por el valor de hacerlo en un tiempo en que las cosas en León eran peores que ahora. Suele decirse cuando alguien muere que ha sido una gran pérdida. En este caso es verdad. Lo es a pesar de que ya no ejerciera y de que un infarto cerebral hubiese mermado su capacidad intelectual: dice la neuropsiquiatría que en estas condiciones la personalidad del paciente se caricaturiza; pues bien: en don Ricardo, como le conocen los habitantes de la cuenca del Torío, pacientes suyos en abrumadora mayoría, esa caricatura seguía teniendo un gran valor como ejemplo y como imagen de lo que se debe ser. Así de él puede decirse, parafraseando al poeta portugués, que vivió curando y enseñó viviendo, porque conservó hasta el final su propia personalidad.