30 diciembre, 2009

¿Cómo era la Virgen de Boínas?

Como todo el mundo sabe la imagen de la Virgen de Boínas desapareció a finales de julio de 1936, al comienzo de la Guerra Civil, coincidiendo con el incendio de la ermita. No consta que haya fotografías ni dibujos de la imagen original, y quedan pocas personas vivas entre quienes la conocieron, por lo que los testimonios de primera mano son cada vez más escasos y vagos. En esta entrada intentaremos recrear especulativamente como era la imagen de la virgen de Boínas original.

Antes de continuar creo que es preciso aclarar, por si alguien no lo sabe, que en realidad no había sólo una imagen de la Virgen de Boínas, sino que había dos, la original que es de la que vamos a tratar, y una segunda imagen que llamaban La excusadora que se creó con posterioridad, quizá en la primera década del siglo XX, y como su nombre indica se creo para excusar sacar a la imagen titular de la ermita. La imagen original se conservaba en la ermita, y era esta segunda imagen la que se sacaba en procesión. Las dos imágenes desaparecieron al comienzo de la guerra.

De entre los pocos testimonios de personas vivas que conocieron la imagen tenemos la suerte de contar con el de Adoración González Rodríguez, tía abuela del que esto escribe, y que aunque nacida en Robles reside en La Valcueva desde que se casó. Aunque Adoración (conocida habitualmente por Cion) ha superado ya los 100 años conserva afortunadamente íntegra su lucidez. En su juventud Cion fue Mayordoma de la ermita durante dos años, el que le correspondía a ella, y el que hizo en sustitución de su hermana Tomasa, por lo que podemos considerar su testimonio como especialmente relevante. Según Cion la Virgen era blanca de cara, y tenía una manzana en una mano mientras con la otra sujetaba el niño, y tenía corona y manto. Sobre el material de fábrica de la talla, ella dice que aunque era pesada, era de madera. Hay testimonios de que la virgen tenia la manzana en la mano izquierda, y sujetaba el niño en la derecha, y que era una virgen que estaba de pie, y no sentada como la mayoría de las vírgenes románicas.

Las vírgenes que tienen una manzana en la mano en actitud de ofrecimiento son en su inmensa mayoría vírgenes románicas, y en el caso de la Virgen de Boínas esta suposición concuerda con la antigüedad de la ermita. A estas vírgenes románicas, que en origen eran tallas desnudas, al llegar el barroco se las viste a algunas de ellas de acuerdo con la moda de la época, y se las coloca un manto y una corona de metal cuyo fin era sujetar el manto. Algunas vírgenes románicas tenían originalmente una corona de madera en la cabeza tallada en la misma pieza que el resto de la figura. La corona que se les añade en el Barroco se hace en vírgenes que originalmente no tenían corona, o si la tenían y estaba deteriorada esta se rebajaba para que sobre la cabeza ajustara la nueva corona de metal.

No está claro el significado de la manzana, aunque parece ser un símbolo de redención por el que se pretende presentar a la Virgen María como la nueva Eva, tal que si por una mujer entró el pecado en el mundo, por otra llegó la salvación.

Una bonita muestra de vírgenes románicas en el Valle del Bernesga y alrededores la tenemos en la página de Cuadros, de entre todas estas vírgenes quizás las que casarían mas con la de Boinas serían las de Lorenzana y Camposagrado, ambas de pie, y al menos la de Camposagrado fue preparada para vestirla con posterioridad. Sin embargo ninguna de estas vírgenes ofrecen la manzana con la mano izquierda, aunque también hay vírgenes románicas que lo hacen como la de Navarrete, en La Rioja.

Como ayuda a la imaginación, vamos a tratar de ilustrar la respuesta a la pregunta que encabeza esta entrada sobre como pudo ser la Virgen de Boínas. Vamos a partir de la razonable hipótesis de que las vírgenes románicas del entorno, al corresponder todas a una misma época y a un mismo entorno geográfico, eran todas muy parecidas entre ellas, o bien porque se realizasen por artistas de escuelas próximas, o bien porque los artistas se inspirasen unos en la obra de los otros.


Considero como un paralelismo muy interesante el de la Virgen de Celada, patrona de La Robla, y que se encuentra a 10 kilómetros escasos de la Ermita de Boínas. Al igual que la Ermita de Boínas, la ermita de Celada tiene su origen en un despoblado medieval del que únicamente se conserva la iglesia, aunque muy remodelada en épocas posteriores, pero en este caso se conserva la talla original, claramente románica, también con una manzana y un niño, aunque la manzana esta en la mano derecha, y el niño en la izquierda. Como diferencias adicionales con la virgen de Boínas, decir que la imagen de la Virgen de Celada no está de pié, se trata de una "virgen trono" en que la imagen está sentada y el niño sobre ella como si fuera un trono, y la corona es de madera tallada y no lleva manto textil.